Hermana Guerrera

Foto : Garret Briton , La Nacion.


Ella fue tocada por las gracias de la belleza, la fortaleza y la creatividad.

Ena es mi amiga-hermana desde los años colegiales: los que fueron para mí, insustituibles y fundamentales en las aulas impregnadas de sonoros violines y trompetas del Conservatorio de Castella.

Desde entonces ella se destacaba como bailarina. También tejía en los recreos, nos enseñaba a hacernos trenzas exóticas y empezaba a dejar su huella auténtica en todas las cosas y personas con las que tiene contacto.

Ena tiene la capacidad inmensa de hacer muchas cosas, y poner en ellas toda su alma.

Ha sido sobretodo, madre de tres hijos, y abuela de Eva. Es mamá incondicional y amorosa. Como ella dice: "soy mamá por siempre"...

De forma paralela a la maternidad, sus talentos no han dejado de crecer: como bailarina, intérprete y creadora, gestora de sus propias propuestas artísticas; maestra de danza moderna, acondicionamiento físico, principios de la danza y belly dance... 

Nadadora, costurera, apasionada de los caballos y de cabalgar con ellos. Seguidora del Camino Espiritual de los Ancestros  al que dedica parte de su vida.

 
 Coreografía unipersonal de Ena Aguilar: "Mujer es...de Barro".

Además de bailarina de gran trayectoria, es una vestuarista habilidosa, que ama la naturaleza y el mar. Tiene un patio alrededor de su máquina de coser, a donde llega tibio, el delicioso aroma del pan casero que ella amasa y hornea.

Hace unos años la vida le dio un golpe desgarrador: un cáncer de mama se albergó en su pecho. 

Con la convicción de salir de la enfermedad, mi amiga buscó todos los medios posibles para curarse, lo que la hizo, -entre otras cosas- profundizar en el conocimiento del poder sanador de las plantas, que asegura, ha sido parte esencial de su curación.

Toda la fuerza de guerrera salió de sus entrañas, y hoy por dicha, la tenemos con nosotros, gracias a su perseverancia vital y sin tregua.

Este golpe sembró en ella un Darma: estimulada por Xavier Irigibel un  enfermero y amigo involucrado en el arte, que estuvo cerca de ella durante la enfermedad, le insistía: 

-"Vas a sobrevivir, y podrías hacer algo creativo sobre la prevención del  cáncer de mama"-. 

Es entonces que Ena aprovecha una coreografía que ya había montado llamada “Mujer es…de Barro”, que expresa la fuerza femenina en sus batallas cotidianas: la obra sería un medio para difundir la prevención de este cáncer, en las comunidades. Con este nuevo enfoque de la coreografía, ella presentó el proyecto al Programa Proartes (Ministerio de Cultura y Juventud), y ganó.

Parte de este programa consiste en que las obras seleccionadas hagan giras en diversas zonas del país.Es así que “Mujer es…de Barro”, se presentó en varias comunidades de las más afectadas por esta enfermedad, creando conciencia en las familias, de la importancia de velar por la salud de sus mujeres, pilares de nuestra sociedad.

 

Al final de la presentación de la obra, Xavier y Ena hacían un foro con el público abordando el tema y enseñándole a realizar el autoexamen de mama.

Ena en su panadería.

Chinamito del pan en la Feria Orgánica de Escazú.

En los últimos años, Ena ha creado una pequeña empresa de panes artesanales con ingredientes orgánicos llamada“ De mano a mano”. Exquisitos panes integrales con hierbas, especies, semillas, frutas y diferentes masas que ella ofrece en varias ferias y a domicilio, cosechando una vasta clientela que semana a semana espera por ellos.

Celebro con todo mi cariño y admiración, la vida intensa y creativa de Ena Aguilar mi amiga: fiel a sí misma y a sus pasiones, mujer valiente, generosa y solidaria...

Artista Guerrera llena de luz y sabiduría.

Ena Aguilar:

-Ha formado parte de varias compañías importantes de danza  en Costa Rica: Danza Universitaria, Los Denmedium, Lince y Espacio Abierto, que en diversas ocaciones han obtenido  Premios Nacionales.

-Ganadora del Premio Nacional de Danza en el año 2004 por su trayectoria y por su interpretación de un personaje en la obra “Los Viejos” del coreógrafo Humberto Canessa.

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                                Buen Camino... 

                                                                Li Sáenz